Las olas de calor y de frío se llevan registrando en España desde 1975, donde las más significativas que hemos vivido desde entonces hasta 2022 han sido:
El agua del Mediterráneo se encuentra a la misma temperatura que el agua del Caribe. Se han alcanzado los 30 grados centígrados, y esto tendrá consecuencias muy graves para esta zona del planeta.
El primer problema es que las especies que viven en el Mediterráneo no son las mismas que las del Caribe, y no están adaptadas a vivir con estas temperaturas tan extremas. Estas temperaturas son catastróficas para la fauna y la flora mediterráneas.
El segundo problema es que, con un mar tan desorbitadamente caliente, se incrementan las posibilidades de lluvias torrenciales devastadoras, como las DANAS que estamos sufriendo en la costa mediterránea con más furia y frecuencia cada año.
Con unas aguas a estas temperaturas tan extremas, comienzan a hacer posible la aparición de huracanes, como el que sucedió en Grecia el año pasado.
¡Nos encontramos en mitad de una emergencia sin precedentes! O dejamos de quemar combustibles fósiles y de destruir la naturaleza a una velocidad vertiginosa, o nos enfrentaremos al colapso de los ecosistemas que sostienen nuestra vida, nuestro bienestar, nuestra producción de alimentos y nuestra propia seguridad.
Cerrar [X]Uso de cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y recopilar datos estadísticos sobre hábitos de navegación. El uso de cookies es necesario para la notificación de incidencias. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración, en nuestra Política de cookies